¿Qué más se le puede pedir al paraíso? Quizá el agua azul, pero esta es la imperfección necesaria para que las cataratas del Iguazú sean el mejor paraíso en el que he estado hasta ahora.
lunes, 28 de julio de 2008
Iguazú, el lugar donde habita el arco iris
¿Qué más se le puede pedir al paraíso? Quizá el agua azul, pero esta es la imperfección necesaria para que las cataratas del Iguazú sean el mejor paraíso en el que he estado hasta ahora.
jueves, 24 de julio de 2008
Buenos Aires desde un cielo dantesco
Con nuevos visitantes, mis padres otra vez, yupi!! ayer me subí al faro de Buenos Aires, a lo más alto del palacio Barolo, una mole estilo Gaudí que fue el primer rascacielos de la ciudad y por muchos años el edificio más alto de Lationoamérica.
El edificio no deja indiferente a quien pasea por la Avenida de Mayo y a todo el mundo le hace pensar en Barcelona, pero más allá de la belleza arquitectónica se esconden algunos secretos curiosos.
En la década de 1910 el industrial Luis Barolo (1869-1922) y el arquitecto Mario Palanti (1885-1979), soñaron con traer las cenizas del poeta Dante Alighieri a Buenos Aires y para eso construyeron un santuario que hoy alberga sólo oficinas. El arquitecto, claro, era gran admirador de Dante y por eso el edificio está lleno de analogías y referencias a la Divina Comedia.
La planta del edificio está construída en base a la sección áurea y al número de oro, y la división general del Palacio -como la de la Divina Comedia- es en tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo. La planta baja es el Infierno, los primeros 14 pisos son el Purgatorio, los pisos siguientes son el Paraíso, el faro representa a Dios.

El cielo, obviamente, es la parte más alta, usease, el faro, que representa los nueve coros angelicales. Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur, que se ve alineada con el eje del Barolo en los primeros días de junio, a las 19.45 horas. Ese faro sirvió el 14 de setiembre de 1923 para trasmitir con sus luces el resultado de la famosa pelea de boxeo Firpo-Dempsey.
domingo, 20 de julio de 2008
Día de los amigos
En Argentina se celebra hoy, 20 de julio, el Día de los Amigos, y todo el mundo queda con sus compinches de toda la vida para comer y alargar la sobremesa, se regalan cosas, se llama a quienes no puedan compartir el día contigo... Asique yo he decidido unirme a la celebración, que me sirve de excusa para recordaros a todos mis amigos lo mucho que os quiero y lo muchísimo que os echo de menos.
Ya sabía antes que erais un pilar en mi vida, pero ahora que me he ido lejos y nos tengo a mano se me ha hecho mucho más real la suerte que tengo porque estéis en mi vida.
Y sois muchos... El vídeos me lo grabaron mis amigos más cercanos y a los que les doy más lata, a los que me acompañan en el día a día y también en las ocasiones especiales, a los que me llevo metidos en el bolsillo de Madrid al Espinar, pasando por el Viña, la playa, y saliendo también de vez en cuando al extranjero. Ana, Bea, Edu, Alberto, Laura, Javi, Angie, Maroto, Julita, Guille... sois de lo mejor que tengo. Creo que algunos querías el vídeo, aquí lo teneis, y otra vez, muchas gracias!! Me acompaña en los dias aciagos en que Buenos Aires se me hace muiy muy lejano de Madrid.
Pero no quiero olvidarme tampoco de mis amigos de la facultad, Silvanita, Marta, Luri, Perchi, Tita, Juan, Gonzis, Beto, Pedro, y todos todos los demás, no quiero perderos nunca, lo pasamos tan bien en la carrera...

Tampoco quiero olvidarme de mis efebecarios, con los que en 2007 compartí un gran año -y grandes cañas en el 33- y con los que espero volver a coincidir cuando cada uno volvamos de nuestros destinos internacionales, Itzi, Antonio, Miguel, Javi, Dani, Violeta, Adri, Carol.. qué grandes efebecarios! Y aunque no compartieron el año en Madrid, María y Gerard se merecen una mención. Y ya que estoy por Efe no puedo olvidarme de mi querido Mateo!!!
Y aunque sean de rebote también he conseguido hacerme amigos de mis amigos, o de mi hermana, como Elisa y Andrea, Anita... también os echo de menos!
Y, como no podía ser de otra manera, mi último parrafo lo dedico con especial cariño a mis amigos "argentinos", a los que me han arropado y me han hecho reir estando tan lejos de casa, a mi pequeña familia aquí, a María y Pilar -no dejaré de daros la lata cuando esté de vuelta en España-, Jose -te adoro!-, Ana, Clarita la viajera, Silvayn mi alumno de español, Juan Carlos "el güey", Debora y Mariela, aunque os tenga un poco abandonadas, Jeanette, qué gran descubrimiento, y todos los que nos rodean y nos acompañan en nuestra travesía.
miércoles, 16 de julio de 2008
Noche de Sushi



lunes, 14 de julio de 2008
Un trocito de la facultad en Buenos Aires
jueves, 10 de julio de 2008
sábado, 5 de julio de 2008
Un regalo de cine
Esta es una de las grandes ventajas de ser periodista...
martes, 1 de julio de 2008
Periodismo diplomático, periodismo de guerra
Estos días me he dado cuenta de que esto de cubrir una cumbre, sobre todo si eres una agencia de noticias, es más o menos como ir a una guerra. Os cuento.
A primera hora de la mañana sale del hotel el equipo de EFE dispuesto a enfrentarse a grandes enemigos para culminar su misión informativa. Vamos cargados, como casi todos los periodistas, con las armas con las que atacaremos en esta guerra diplomática: cámaras de foto y vídeo, ordenadores portátiles, grabadoras, cuadernos y bolígrafos. Al llegar al lugar de la contienda -véase sala de prensa- lo primero que hay que hacer, como en toda batalla, es un reconocimiento de la zona y, acto seguido, marcar el terreno. Asique una vez elegido un lugar cercano a un monitor de TV y a unos altavoces, nos toca precintar nuestras seis mesas -y sus correspondientes ordenadores y sillas- con pegatinas de EFE. Que nadie ose entrar en territorio enemigo.
Ya instalados, urgentemente se celebra una reunión donde la estrategia, como en todo conflicto militar, es fundamental. El comandante o general, en este caso mi jefa, informa de la situación y horarios a los soldados rasos y reparte tareas para cubrir todos los frentes: tú al aeropuerto, tú al hoel donde se alojan los presidentes, tú a la plaza y luego a la manifesación... Con los objetivos del día fijos en la cabeza, tomamos posiciones.
Y hay que moverse con cuidado porque ya se sabe, en el amor y en la guerra todo vale, y un periodista detrás de una exclusiva no responde a razones. De hecho, las actitudes típicas de época de conflicto se dan con demasiada frecuencia en esto del periodismo, y si nos encierran a todos en una misma sala, peor.
Veamos: tráfico de influencias (te paso el audio de Evo Morales, pero necesito que me consigas la foto de Bachelet bajando del avión que vi a tu fotógrafo por allí...), corrupción de los mandos (he conseguido colarme en el prohibidísimo hotel donde se celebran las reuniones camelándome al jefe de seguridad), espionaje (anda, vete a ver qué hace la competencia, averigüa a qué hora y donde habla la Cris...).
Me ha vuelto a servir de mucho una enorme sonrisa y hacerme pasar por tonta, aparte de que el acento español aquí abre muchas puertas. Asique he conseguido "favores" del enemigo -de la policía, del ministerio de Exteriores- gracias a mi "no es que yo nunca había hecho nada de esto, no sé muy bien cómo funciona y donde puedo meterme y dónde no...". Aún así, me han registrado como cuatro o cinco veces al día, he pasado decenas de controles policiales, no he podido quitarme la credencial ni para ir al baño, he comistrajeado de pie un par de empanadas al día y he trabajado una media de doce horas por jornada.
He aprendido bastante, la verdad, pero he decidido que no soy carne de cumbre internacional.