Ahora que la palabra crisis nos llena la boca (y la cabeza) a todos, no viene mal retrotraerse a otra gran crisis, la de 1929, y ver a sus protagonistas estadounidenses fotografiados por una de las fotógrafas con más nombre del siglo pasado, Dorothea Lange.
Gracias a Photoespaña 09, tenemos en Madrid "Los años decisivos", una exposición realmente interesante por la que pululan estos rostros desarraigados, tristísimos, resignados o luchadores, en cualquier caso siempre sombríos. Y no sólo porque todas las fotos son en blanco y negro, si no porque cómo va a haber luz en las expresiones de los pobres, los parados y desamparados que retrata con maestría la estadounidense.
Las 140 fotografías de la exposición fueron tomadas en los años 30 y 40, cuando fue invitada, junto con otros fotógrafos como Walker Evans, a participar en el proyecto de la Farm Security Administration, creado en el marco del New Deal para dar al pueblo americano una iconografía que le ayudase a comprender la gravedad de la crisis por la que atravesaba. Lange recibió el encargo, hizo las maletas, se colgó la cámara al hombro y salió a recorrer el país en busca de los rostros de la depresión.
Su instinto la llevó hasta los agricultores y rancheros desplazados de una punta del país a otra; hasta los campos de internamiento creados retener a los japoneses que vivían en el país, tras el ataque a Pearl Harbour; hasta los pobres, los campesinos, las familias desestructuradas y los inmigrantes.
Madres con hijos a los que no pueden alimentar colgando de sus brazos, padres que dsalen a buscar trabajo y vuelven con las manos vacías, japoneses a los que han echado de sus casas por una guerra lejana, agricultores sin cosecha, personas sin ilusión. No es fácil plasmar tanto en una fotografía, pero Lange lo hizo.
Acongoja ver a esta gente y pensar en los meses que la fotógrafa pasó recorriendo la tierra "de la prosperidad" en su busca, y acongoja pensar también en la versión actual de todas estas personas. Lejanas en el tiempo y en el espacio, pero tan cercanas en la desgracia por culpa de un sistema capitalista que no se fija en quienes no tienen recursos. Aprte del peso social, las fotografías tienen un valor artístico que, desde luego, se merece una visita. Y encima es gratis, en la calle Zorrilla, hasta el 26 de julio.
1 comentario:
Gran post, éste me ha encantado, tal vez sean las fotografías que lo acompañan, pero se refleja perfectamente todo. Las dos del medio son... bfff sin palabras.
Su instinto acertó, ésos son los que verdaderamente sufren la crisis.
Es una pena que me pille un poco lejos, porque debe ser una exposición expectacular.
Besitos, y que pases un lindo día.
Publicar un comentario