Todos sabíamos que ibamos a "ver" una obra de teatro que transcurría completamente a oscuras menos Rossetti, que se ansió con la falta de luz y al darse cuenta de que no sería capaz de ver nada hasta volver a salir a la calle casi le da algo y quiso salir, aunque luego aguantó como un campeón.
Lo que no sabíamos ninguno era que realmente nos ibamos a sentir dentro del teatro, más que si estuvieramos viendo una obra tradicional. Esto del teatro hecho por (y para) ciegos consiste básicamente en trasladar al público a través de sonidos, olores y sensaciones allá donde normalmente lo traslada el decorado sobre el escenario.
En una oscuridad absoluta contra la que no se podía luchar los que estábamos allí estuvimos en realida en una oficina con olor a café recién hecho y ruido de máquinas de escribir; estuvimos en una tormenta en el mar luchando contra un tiburón mientras nos mojaba la lluvia; estuvimos en una apacible playa caribeña disfrutando de la brisa marítima y en una selva oriental al salir de un fumadero de opio. Todos esos lugares y las historias que nos llevaron a ellos los vivimos más intensamente que en ningún otro teatro porque al apagarse el sentido de la vista el resto de los sentidos se ponen en alerta y la percepción es mucho más intensa.
Cuando encendieron las luces, no podíamos creer que no estuviera allí la oficina, ni la playa, ni la selva ni la laguna ni la barquita en que habíamos naufragado, tan sólo había siete personas discretamente vestidas de negro que saludaban sonrientes, satisfechos de la sorpresa que todos nos habíamos llevado.
Asique si alguna vez tropezais con una obra de teatro para ciegos es altamente recomendable, una experiencia que te hace recordar que en este mundo gobernado por las pantallas digitales hay otros cuatro sentidos más allá de nuestra vista que nos pueden aportar mucha más información sobre lo que nos rodea, y seguramente menos engañosa que la vista. Desde entonces he descubierto qué buen ejercicio es hacer algunas cosas con los ojos cerrados prestando atención al resto de las señales, probadlo (con prudencia, no al cruzar la calle) y vereis.
5 comentarios:
cucha la pobre q no le ha comentao nadie su teatro de ciegos! es q ya das asquito de tantas cosas q haces hija... :) no mejores demasiado la faceta. ailoviu!
creo que nos hemos quedado todos mudos, porque como bien dice Pilar estas haciendo muchas cosas, estamos entre mudos y verdes, en el buen sentido, claro
Sol
Bueno no te creas sol que a mi ya ha pasado de envidia sana a mala porque ya esta bien de tanto cachondeito y nosotros aquí na,jajjaja
oye y todavía no has adivinado quién es la dama de rosa? te dio algunas pistas! aónde andas penca?
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