viernes, 1 de agosto de 2008

A partir de ahora cuesta abajo


A punto de despedir -por última y definitiva vez- a mis padres, a volver a bajar sus maletas hasta el empedrado de San Telmo y quedarme como una tonta mirando el taxi que se va con la mirada empañada; a punto de despedir, también, a una de mis dos "madres" de Buenos Aires, la que me ha acompañado desde que llegué, mi asistente sentimental y anímica, mi mejor compañera de Emiliano y de viaje, de Limonero, de cañas en la Plaza Dorrego... A punto de decirle adiós a la protagonista, junto a Pilar, la otra madre que se me fue allá por mayo, de noches de risas, de bailes, de paseos, la que compartió con nosotras el descubimiento de esta ciudad inabarcable, la que siempre tenía algún plan que proponerme o siempre se apuntaba al que propusiera yo... La eterna tercera inquilina del piso dinámico...

A punto de despedirlos a los tres y de quedarme huérfana aquí, y pasados pocos días del ecuador de mi aventura argentina, siento que he culminado el cerro que comenzé a subir en enero y que ahora la pendiente, poco a poco, se irá inclinando delante mío y la cuesta abajo, camino a casa, será más corta que la cuesta arriba. No es cuesta arriba porque haya sido mala pero sí complicada. Demasiado junto, un país distinto, una vida nueva, una independización, nuevos amigos, nueva familia, nuevo trabajo, calor en invierno, frío en verano, unos que se van, otros que vienen... Y yo en medio intentando báncarmela como mejor podía. Emocionalmente agotador... Ahora me paro en la cima, como un escalador triunfante se pasa y observa el monte que ha conquistado, y veo todo lo que he aprendido y cuánto he cambiado en los últimos seis meses. Y veo, además, que aún no ha terminado la hazaña y aún falta bajar de la montaña, esfuerzo no menos peligroso que es como cuando uno termina de cocinar un gran banquete pero todavía falta limpiar la cocina. Delante mío se extienden otros cinco meses que serán distintos de los que dejo atrás, por la gente, por mi ánimo, por el clima, porque Buenos Aires no es la misma hoy que mañana.




En fin a partir de agosto tengo la sensación de que todo irá más rápido, como precipitándose por esa cuesta abajo que encaro este fin de semana y dándose cada vez más prisa por llegar a las Navidades. Tampoco quiero embalarme y que se me pase como un rayo, pero algo me dice que la casi inminente visita de mis mejores amigos y mi hermana y después la llegada de la primavera me harán distraerme del reloj y su dicatdo y, cuando quiera darme cuenta, casi se estará terminando el camino. Espero no perder el equilibrio, mi objetivo en esta nueva etapa del camino es disfrutar del paisaje. Sin prisa, pero sin pausa. Al final del camino me esperáis todos vosotros.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha sido estupendo volver a disfrutar de tu compañía y ver sitios tan bonitos, también nos quedaremos mirando en el empedrado de San Telmo hasta que desaparezcas, pero contentos y tranquilos porque te hemos visto muy bien y muy bien acompañada, aunque se te vaya la gente poco a poco, pero también van llegando otros.
Te echaremos de menos este tiempo que queda pero tú disfruta de él al máximo. También nos acordaremos de ti mientras nos bañemos en el mediterráneo. Hasta pronto.
Era máma, y yo, pápa, me voy encantado de esta ciudad de mierda, con frio en julio, cagadas y rotos por todas partes. Ahí te quedas rica, que la americana me espera en el calorcito españñññol y no tengas prisa por volver que estamos muy a gusto con ella, tan mona. Bueno, un poco si te echaré de menos, pero poco, eh?. Nos veremos por las ondas espaciales skypianas y nos escribiremos de cuando en cuando tontunas para mantnenernos conectados, siempre que no me ataque la galvana y no me de la gana escribir-te. AAaaaaaaaaaaaaaaaadios. Muá.

Pillary dijo...

La cuesta abajo que sirva para bajar sin tener que darle a los pedales de la bici, pero tienes que seguir cantando pereza y extremoduro mientras los escuchas en tu ipod como hasta ahora. de cuesta abajo de ánimo, nada eh! aunque se hayan ido tus tres mamás tú ya sabes que hay que comprar el café más barato y emiliano seguirá dedicándote la canción del che guevara. eres la gran ganadora de los becarios de efe, y ganadora me siento yo también por haber compartido la subida con vosotras. te quiero mucho! (por cierto, qué guay lo del helicóptero!)

Anónimo dijo...

amor, estoy mas cerca que nunca en todos estos seis meses, aprovechemos que podemos vivir esto medio juntas.anita viene en un mes y tres dias y espero que las tres podamos hacer que la caida en picado que tu dices se suavice un poco. al estar lejos de casa leo lo que te ponen tus padres y me emociono un poco.ya ves.animo pequeña q hay q disfrutar!!
te quiero mucho

Anónimo dijo...

Ale, bonita...
Nada que me provoque mas placer que estar con vos en esta experiencia, que aunque ahora haya cambiado de direccion, no va a ser menos emocionante. Estos 4 meses que quedan vamos a compartirlos y tratar de hacer de ellos el mejor de los descensos...aprendiendo, riendo y disfrutando de cosas nuevas y repitiendo esas q tanto bien nos hacen. Ahi estare yo para que no te sientas sola...toma mi mano y vamos juntos.
Besos ale!
jose luis

Anónimo dijo...

Disfrutalo guapa y sin prisa aqui todos te esperamos con los brazos abiertos. Aunq ya tienes casi dominado bas, aun quedaran cosas por descubrir. Mejor aun, que compartir con los que llegan y los que estan, esos meses seran inolvidables.

bss

MaríaT dijo...

Yo me he venido a parar en la cima en casita, para respirar hondo y bajar con fuerzas y la sonrisa enorme.
Desde enfrente del Río de la Plata prometo ayudar a bancar lo que haga falta a partir del 18 que regreso, ¡lo sabes!
Miles de besos

Anónimo dijo...

Habra q ir preparando nuestra nueva aventura juntas!! y asi compensar todo el tiempo q hemos estado separadas!!

Un besazo enorme

Te quiero y en exactamente un mes nos estaremos viendo, abrazando, riendo y llorando

Anónimo dijo...

ana, te echo de menos oficialmente