Pues nada nosotros llegamos al primero de los controles detrás del de la gorra y parece que hay problemas.., por aquí no podemos pasar... Bueno, vamos a otra puerta. Corriendo los 20 detrás del de la gorra, que parece que quiere escaparse con nuestra pasta, pero no le vamos a dejar. Carrerita por aquí..., carerita por allá..., nos conocemos perfectamente el perímetro del estadio de tanto recorrerlo bajo un sol de justicia nada sano para nuestros cuerpos resacosos. Al fin llega el momento, "parece que nos llevan a la doce..." ¿A la doce? ¿La sección más violenta de los barrasbravas de Boca, donde todo el mundo nos ha dicho que ni nos acerquemos, donde están las navajas y las pistolas que salen en las noticias? Pues allá que nos vamos, como decía Pilu, si no sobrevivimos a un partido de fútbol nunca podremos ser reporteros de guerra...
Después de tensos momentos para entrar en los que tuvimos que echar a los que se intentaban acoplar al gurpo y en los que voló algún que otro puñetazo cruzamos -otra vez corriendo!- las vallas policiales y entramos, por fin!, en la Bombonera. Allí nos recibe un intensísimo olor a pis que debe venir de la cascada de agüita amarilla que baja por las escaleras por las que tenemos que llegar a nuestro sitio. Debe ser que los bosteros (véase seguidores de Boca Juniors) encuentran que meando el estadio lo marcan más y a lo mejor cae desmayado alguno de River, y mejor que mejor.
En fin, conseguimos atravesar las hediondas escaleras, que yo después de eso me siento preparada para la selva, el desierto o lo que haga falta, y desembarcamos en la doce, la sección de popular (lo que en España es preferencia) en la que se reúne la más brava de las barras. ¡¡Y aquello es todo una fiesta!!! Hasta arriba de gente vestidos de azul y amarillo, todos de pie, apretados y sudorosos, rodeando a una orquesta enorme que no se calló en todo el partido. Todo tipo de afiches bosteros se agitan mientras los fanáticos, pero fanáticos de verdad, saltan y cantan sin parar animando al equipo de su corazón. Tanta pasión junta no la había visto yo en mi vida.
¿Y yo, que no me gusta el fútbol ni entiendo de él, con mi resaca, un dolor de cabeza insoportable, y sin comer desde el día anterior, qué hago allí? Pues saltar como una loca, animando como la que más a un equipo del que no me sé ni la alineación de lejos, pero totalmente mimetizada con los barras. Dale Booo, dale Boo... Si no os lo creéis podéis comprobarlo con vuestros propios ojitos aquí.
Pues sí, fue una gran experiencia mi primer partido de fútbol, y no, no era tan peligroso como lo ponen los argentinos. Es que son taaan exagerados para todo... Bueno, en realidad nosotros cuatro podríamos haber estado entre las ciento ochenta y pico personas que fueron detenidas por intentar entrar a la cancha sin entrada -vamos, por colarse como lo hicimos nosotros-, pero la estrella que me acompaña, una vez más, me salvó del calabozo.
Y qué pequeño es el mundo..., coincidimos en ese nutrido grupo que arriesgó su vida y su dinero por traspasar las puertas con un chico que había vivido en Madrid y había compartido piso con el novio de una de las mejores amigas de Pilar, mi compañera, hay que ver lo que son las cosas...
Bueno hoy ya se me han olvidado la mitad de las canciones con que animamos al Boca de nuestro corazón, pero aquello era como estar en medio de los Destroyer el día de los quintos en la Plaza de Toros del Epsinar, pero a lo bestia. Mucha gente cantando y saltando, bombos, trompetas y el famoso "yo, te quiero dar..., Boca mi corazón..., iremos a festejaaar, las fiestas de Espinar...", eso cantaba yo, una mezcla de bajas pasiones.
El único gol del partido lo metió Boca pero en ese preciso momento Pilar y yo estabamos pidiendonos un choripan asique nos lo perdimos, pero dio igual, fue mucho mejor ver a los forofosisimos, tios tatuados con pinta de chungos, saltando como niños pequeños, gritando emocionados, tirando puñetazos al aire con los ojos empañados de lágrimas... Muy fuerte, a mi me daba un poco la risa pero allí nadie se daba cuenta, estaba la doce que se salía de sí misma. De hecho muchos de esos barras nisiquiera miraban al partido, si no que, de espaldas al campo, se dedicaban a animar a toda la hinchada, a calentar a la gente para que los jugadores sintieran el aliento de una de las barras más fanáticas del mundo mundial.
Y luego en el descanso, como en el fútbol americano, salieron las animadoras, casi en tanga, con sus pompones azules y amarillos, a bailar una coreografía cutre con cero coordinación, pero eso sí, muy buenos culos las muchachas.
Y nada, cuando se acabó, nos tocó esperar casi una hora a que saliera la hinchada de River para que no coincidieran con los bosteros y se liaran a navajazos, como suele ocurrir... Pero no importó mucho porque la orquesta no se callaba y celebrando el triunfo un catalán, una valenciana, una jienense y una madrileña eramos ya parte de la familia de la 12.
Y si no os lo creéis...
8 comentarios:
cuanto mal te ha hecho calamaro, sabina y cia para que escojas a boca como equipo... Dale river!!! el mas grande, lejos!!!
Qué me están cambiando a mi Álex!!
Enamorada, futbolera...qué será lo próximo???de derechas???jajjajaj!!!
Mira mi niña!!!Por cierto, gracias a ti, porque con tu blog me llevo un poquito de de ti, y por ende, de mis niñas...
Muuaakkka!TE QUIERO!!
Sin duda fue uno de los momentazos del peazo de viaje que nos hemos pegado a Buenos Aires... gracias por todo y hasta pronto! Sea en Buenos Aires o en Santiago de Chile!
Besos
Gerard
joder sandrita!! Te tienes que hechar un novio del madrid y del river, ni que lo hiceras a proposito, solo le salva que es del geta sino..., jeje
ivi cuanto tiempo sin saber de ti. Que tio mas grande!!!
jajajajaja
Lo que hay que oir... mi rubia en un partido de fútbol¡¡¡ Una pregunta un choripan es lo mismo que un bollo preñao asturiano (( pan rellano de chorizo))
BESOS LURI LURI
Q bueno, en la bombonera. Si voy pa Argentina tenemos que ir a un partido de esos...
Un besote
Juanan
Sandrita sandrita y pa esto te han pagaó papa y mama una educación privada!!!!!
Lo que hay que ver sister
sara
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