Ay! Las horas se me hacen un segundo.
cógeme de la manita, primo, y llévame al mundo
porque esta noche tú y yo seremos uno.
Se nos queda mu pequeña la ciudad pa tanto traspiés.
Y es que yo miro tu boquilla y me pongo del revés.
Y si aparezco en un piquito de la luna no me voy a sorprender
porque si me besas ya no me siento los pies.
Son cuatro días, parecen cien.
Y es que parece que te conozco de toa la vida.
Y antes de que llegue el día aún queda mucho po hacer
porque esta llama nunca se enfría.
(...)
Un caramelillo de fresa que viene, y que va,
y con esta música que no paramos de bailar l
a noche se va pasando entre unas risas y unas calás.
Contigo a mi vera, Yo ya no quiero más.
Y es que son las cosillas de mí querer,
a cualquiera que se lo cuente se queda mudo.
Y es que solo necesitamos un felpudo para olvidarnos de este mundo y acabar hechos un nudo.
(Canteca de Macao)
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