viernes, 23 de mayo de 2008

Escalones hacia arriba


Todos hemos vivido alguna vez cómo las pequeñas cosas en momentos y contextos especiales se vuelven grandes. Algo así como la casa de Gran Hermano, en la que la falta de café puede desencadenar una enorme crisis entre los habitantes. Los microclimas propician que lo bueno sea mucho más bueno y lo malo sea lo peor del mundo.
Algo así me ha pasado a mí estos días, en los que se me han juntado la gripe, la soledad y la frenética búsqueda de un compañero de piso o bien de una habitación que poder ocupar. Mi estado anímico hacía que el ridículo hecho de que se me rompiera la lavadora fuera para mí el colmo de los colmos, ¿¿¿es que todo me tiene que pasar a miiii???. La preocupación por lo del piso me ha reconcomido durante mucho tiempo la cabeza y la energía y durante todo el día sólo me daba cuenta de lo malo que me ocurría. He perdido algunas cosas, entre ellas mi optimismo vital característico, y sin ellas me sentía más sola aún. La distancia que antes me parecía exótica, aventurera, se me ha hecho incluso insoportable y la morriña ha llegado a límites realmente preocupantes y dolorosos.

Pero siempre hay salida en los túneles y yo veía la luz cada día en la pantalla del ordenador por la que mis padres, mi hermana, Garcis, mis amigos, me daban ánimos y me hacían ver que no era para tanto. La presencia de María y su compañía y conversación, el trabajo y sus caras conocidas han sido también pequeños escalones por los que ir avanzando hacia mí misma para volver a ser. Y además ha aparecido una catalana que parece que se viene a vivir conmigo asique casi puedo decir que todo está solucionado.

He recuperado la sonrisa, el ánimo, el gusto por el trabajo y las ganas de hacer cosas. He invitado a un francés desvalido a vivir unos días en casa y he vuelto a salir a la calle, a hacer planes, a cantar con Emiliano. Sigue sin ser lo mismo sin Pilar pero más me vale hacerme a la idea cuanto antes y encarar una nueva etapa en Buenos Aires con ganas, que aún queda mucho que recorrer.

Asique, como al principio, dispuesta a dejarme sorprender por esta ciudad y este país imposibles de comprender, por una gente difícil pero entrañable que gana en la individualidad y por un trabajo que cada día cambia de color.

Lo que más me tranquiliza es saber que podré alojaros cuando vengáis a verme...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que yo he aportado mi pequeñísimo granito de arena en el tema de la catalana... Pau me pidió tu mail para ponerte en contacto con la chica, que es amiga de Dani, ex becario en India (parece rebuscado... y lo es!) Así que me alegro muchísimo de que vuelvas a tener compañera y estés más animada. Un beso!!

Anónimo dijo...

ves ale, al final todo sale bien. Lo malo es que aveces se tiene que sufrir un poquito

MaríaT dijo...

Me alegro de que vayas tirando p'alante. Eso de perder el optimismo también me pasa a mí a veces pero por ahora siempre vuelve!!!!!!!!!!!
Besooooooos

Anónimo dijo...

Asi me gusta mi niña!!! me alegro un monton de q al final todo haya salido mas o menos bien. Mucho animo y a seguir disfrutando.

te quiero

sara dijo...

Ves sister..ya te dije que esto también pasará....y como ya ha pasado a disfrutar.
BESOS

Mariela Gutierrez dijo...

animos ale!!!
nos vemos el jueves
besotes!!!
marie*