miércoles, 18 de junio de 2008

100 post, 100 días de paro

Esta el la entrada número 100 de escribiendoenplata y mañana se cumplen 100 días del conflcto del campo argentino, asique aunque me daba pereza creo que no me queda más remedio.

Supongo que llevareis algún tiempo escuchando hablar de la crisis del agro en Argentina, y que si las huelgas, los piquetes, el desabastecimiento... Y pensaréis, y ¿ésta porqué no cuenta nada, que para eso se hizo un floj?. Pues no lo cuento básicamente porque no lo entiendo, después de más de tres meses desayunándomelo y merndándomelo, pero cada día que pasa es más díficil de entender. Voy a intentar contároslo de una forma simple y esquemática a ver si me hago con ello. De antemano, perdonen la simplificación y los fallos o matices.



Había una vez un país que se enorgullecía de ser el granero del mundo, como les gustaba autodenominarse, que tenía una grandísima cantidad de recursos y una población bastante escasa comparada con su extensión. Este país sufrió, como todos los de su región, graves convulsiones políticas y sociales en el siglo XX, incluida una férrea dictadura cuyas heridas continúan hoy abiertas. En este país la clase política era un pitorreo y básicamente todos se dedicaban a robar al pueblo y abusar de su poder. Uno de esos políticos, que fue un Berlusconi del Cono Sur en muchos sentidos, decidió un día que su moneda era tan buena como el entonces boyante dólar (Ménem) y durante unos años el país gozó de una economía que no se la creían ni ellos. Pero claro, llegó el día en que la cosa tenía que estallar, y en el 2001 hubo tal quiebro económico y social que el presidente que había continuado con la política económica del 1-1 (De la Rúa) tuvo que escapar en helicóptero para que no le lincharan y llegó a tener cinco sucesores en diez días.


La crisis del 2001 afectó a todo el mundo y sigue coleando entre los argentinos, que no consiguen deshacerse de una clase política que les estafa mientras les sonríe.


El año pasado llegó a la presidencia una ´princesita humilde con ínfulas de reina malvada conocida como CFK, esposa del anterior presi -peronistas ellos-, y parecía que formaría parte de la nueva ola política que se apodera poco a poco de América Latina, con mayor o menor éxito, pero con garra.

Y sí, si uno escucha a la divina Cris en sus numerosos discursos es realmente una socialista convencida que incluso derrama alguna lagrimilla al recordar todo lo que ha sufrido el pueblo argentino. Solo que parece olvidarse, por ejemplo, de que ella y su marido se hicieron ricos gracias a los que perdieron en el 2001. Pero esa es otra historia...


El caso es que en este país con tierras tan extensas y ricas los agricultores, que son prácticamente la clase más pudiente y poderosa, se han dado cuenta de que la soja, el nuevo oro, da muuucho más dinero que el trigo o la cebada. Y se han puesto todos a plantar soja como locos. Lo malo de la soja es que se carga el campo y después de tres años ese fértil suelo ya no sirve prácticamente para nada.


Como los agricultores se estaban llenando los bolsillos y los carrillos gracias a las exportaciones de soja, a cambio de dejar al país sin su brillante futuro como grandero del mundo, el Gobierno tomó una aparentemente sabia decisión: si ganas más, pagas más. Y les subió los impuestos una tasa del 43 al 49 por ciento) a los de la soja y del 37 al 45 por ciento a los del girasol -que se forran, por su parte, con el invento de los biocombustibles-, dentro de un mecanismo que variará según la evolución de los precios internacionales del grano. Lo malo es que Cris no tuvo en cuenta a los pequeños agricultores, que se ahogan con ese impuesto.



Asique, lógicamente, el campo entero montó en cólera (allá por marzo) y decidió plantarle cara al Gobierno. Los cacerolazos en apoyo a la gente del campo (¿?) se sucedieron por todo el país y se vino EL PARO DEL AGRO. Los piqueteros se echaron a la calle y se dedicaron a cortar las carreteras de forma que, con altibajos, es frecuente desde hace tiempo que no llegue la leche o la carne a los supermercados.

Asique, desde entonces, día sí y día también hay reuniones entre agricultores y dirigentes del Gobierno que duran hasta altas horas de la madrugada (para desesperación de mis pobres compañeros de Efe) y no consiguen nada. Aquí nadie cede, lo que fue una protesta económica pasó a ser una protesta social y ahora se ha convertido en una merienda de negros en la que el Gobierno no se apea del burro y todos los demás quieren subirse. No sólo no hacen nada por arreglarlo si no que lo estropean, y, por ejemplo, el aliado -matón mafioso- del Gobierno acusa a los ruralistas de golpistas mientras estos claman al cielo por las "injusticias sociales" que se cometen contra ellos.

Y mientras tanto la gente normal y corriente no puede moverse con facilidad de una ciudad a otra porque cortan las autopistas cada dos por tres y no hay carne en las tiendas. Lo sorprendente es el enorme apoyo social que tienen los del campo, los mismos que provocan la falta de leche por no perder ni un duro de sus engordasísimas arcas...



Asique ya veis, es complicado de entender, eso me dicen tooodos los argentinos, y es cierto. Yo he intentado desde mi humilde posición de habitante del ¿ex?granero del mundo y observadora de visión europea explicaroslo de la forma más sencilla posible, para que al menos os suene de algo lo que aquí está resultando ser una auténtica crisis . Por supuestísimo que hay muchos matices dentro de la polémica y muchos otros factores que entran en juego, pero para contároslo necesitaría yo un gran entrenamiento de argentinidad y vosotros muchísima paciencia para leer.



Pero ojalá más temprano que tarde pueda contaros la segunda parte y terminar el post diciendo "y colorín colorado este cuento se ha acabado".



PD: en realidad de qué me sorprendo si los italianos siguen votando a Berlusconi y en España consetimos que los poderosos se forren a cambio de que los demás no tengamos donde vivir?

5 comentarios:

MaríaT dijo...

Ole y ole!!! Muy sintetizado y condensado pero temo que ni así me quedará claro jamás.
El otro día el técnico hizo una reflexión que es bastante representativo de Argentina:

"En el mundo existen 4 tipos de países:
- Los desarrollados
- Los de recursos limitados
- Japón, que nadie entiende cómo está desarrollado
- y Argentina, que nadie entiende cómo no está desarrollado"

Besos y mañana te llamo

Anónimo dijo...

Hola amor!!
Que te tengo abandonada!!Sólo decirte que te quiero y que escribes cada día mejor...guaaapa!!
MUUUAKKKA

Anónimo dijo...

muy buen post, mira que yo pensaba que habia acabado la huelga cuando despues de que fuimos a el acto de la kirstner, o como se llame, ya no habia pancartas en la plaza de mayo. Tan grande que es el pais y lo mal que lo aprovechan...

Pillary dijo...

Otra frase que he leído esta semana es que "Argentina nunca pierde una oportunidad de perder una oportunidad". Aunque con la que me quedo esta semana es con la siguiente de Bertolt Bretch, universalizable a Argentina, la UE y los microorganismos del agua helada de Marte: "Si los dirigentes ven claro y el pueblo se equivoca, lo que hace falta es cambiar de pueblo". Eso es lo que hay, y ajo y agua. Pero al menos siempre podremos intentar salvar el mundo! bss

Anónimo dijo...

100 post ya??? q rapido pasa el tiempo... ya has llegado al ecuador de tu viaje!! ya solo nos quedan 6 meses de q nos tengas al tanto de las negociaciones entre gobierno y agricultores.

Un beso