domingo, 1 de junio de 2008

Corpiños y J&B


Buenos Aires es, además de otras muchas cosas, la ciudad de los mercadillos. Hay mil, todos los días, repartidos por toda la ciudad. Uno de los más importantes se monta los fines de semana en Palermo, el centro del diseño en Buenos Aires, donde están la mayoría de las tiendas de los jóvenes diseñadores de todo el cono sur.. Además de mercadillo en la calle, de todas las tiendas abiertas, y de un montón de galerías enormes en las que venden codo con codo muchísimos diseñadores jóvenes, lo mejor es que los bares y restaurantes de la plaza se convierten en tiendas gigantes.

Asique uno puede comprarse el modelito de la noche en el mismo luegar donde luego va a cenar o a tomarse las copas... Es muy curioso ver cómo las mesas y las sillas son sustituidas por enormes perchas cargaditas de ropa y en lugar de filetes, cervezas o panqueques (crepes) se venden faldas, jerseys o corpiños (sujetadores). Los complementos y lo más chic de lo más chic del textil argentino conviven por unas horas y sobre la barra con las botellas de alcohol que esperan pacientes a que los compradores compulsivos gasten su plata en emborracharse en vez de en ponerse piola -monos-.
Y la verdad que la ropa que hacen los jóvenes talentos de la moda latinoamericana está bastante bien, y aunque las calidades no son superiores la originalidad y el buen gusto son muy destacables. Hay mucho dibujito chulo, camisetas estampadas con letras de canciones, el Principito en una falda... Vaya, que es el paraíso de cualquiera de las chicas que conozco (y de algún chico manirrota que me sé yo que le encanta ir de compras). Además, el precio, a pesar de que para os argentinos es caro, para los que venimos con euros está bien, y seguramente esta ropa en España cueste casi el doble que aquí.



Asique ya veis, bolas de discoteca flotando sobre la tienda, botellas de J&B de fondo de la ropa interior, collares y cinturones colgando de las escaleras donde unas horas más tarde los chavones porteños se intentarán ligas a las lindas argentinas... Cuanto menos, otra curiosidad porteña.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

pues si que pinta bien. Lo chulo seria tomarte las copas mientras compras, aunq si acabas un poco moco a ver quien atina a ponerse un pantalon.

MaríaT dijo...

Yo el peligro que le veo es que con tanto J&B puedes acabar con el corpiño (brasier o sutien le dicen en este lado del Plate) en la cabeza, ¿no?

La dama de rosa dijo...

Me ha encantado este "post", aunque garcis tiene razón, sería mucho mejor poder hacer uso de la "botellería" a la vez que ves el género textil. La principal ventaja es que comprarías más; la desventaja es que el criterio de compra sería mas incontrolado.

Me molan estos porteños!!